jueves, 23 de abril de 2009

Meditaciones metafísicas

Meditaciones metafísicas, obra escrita por el filósofo, científico y matemático francés René Descartes. Fue publicada en París (Francia) en 1641, y estaba escrita en latín, bajo el título de Meditationes de prima philosophia. Dirigida a lectores “especializados”, este tratado retomaba los grandes temas de la filosofía cartesiana (espiritualidad del alma, existencia de Dios), ya expuestos brevemente en el Discurso del método (1637), pero con una precisión y un rigor demostrativo nuevos. Descartes proponía, ante todo, una discusión abierta; de hecho, además de las seis “meditaciones” que integraban la obra, ésta también incluía una serie de “respuestas” a las objeciones formuladas por los teólogos y filósofos Caterus de Amberes, Marin Mersenne, Antoine Arnauld, Thomas Hobbes y Pierre Gassendi.

En Meditaciones metafísicas Descartes partía de la duda universal: el rechazo de todo lo que jamás ha sido considerado verdad (existencia del cuerpo, verdades matemáticas), lo que constituía la Primera Meditación. Una única afirmación resiste a la compleja maquinaria de la duda universal: la propia existencia (“ego sum, ego existo”, “yo soy, yo existo”), base de su Segunda Meditación, primer y nuevo principio de su sistema y método filosóficos. No presuponiendo nada más que la propia existencia de la mens (alma), establecía tres pruebas de la existencia de un Dios infinito y perfecto en las meditaciones Tercera, Cuarta y Quinta. La Meditación Sexta y última demostraba la existencia de las cosas materiales y afirmaba la distinción real entre el alma y el cuerpo (“substancialmente unidos” en el hombre): el dualismo entre el pensamiento (res cogitans) y la extensión (res extensa), que no quebranta la unidad del ser humano sino que la establece en su especificidad.


La expresa intención que Descartes otorgó a Meditaciones metafísicas (probar racionalmente la existencia de Dios y la espiritualidad del alma) se sumaba al proyecto, no declarado, de establecer los principios metafísicos de una física mecanicista a través de una crítica de las cualidades sensibles. Debido a ello, esta obra recibió posteriormente más críticas que adhesiones: Blaise Pascal e Immanuel Kant criticaron las pruebas aportadas acerca de la existencia de Dios; John Locke, el origen y naturaleza de las ideas; George Berkeley, Gottfried Wilhelm Leibniz y Nicolás de Malebranche, la realidad de la extensión exterior. En cualquier caso, la original iniciativa de Meditaciones metafísicas constituyó un modelo del género al que se referiría posteriormente toda “la primera filosofía” (sobre todo la fenomenología de Edmund Husserl).

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